domingo, octubre 01, 2006

FLOTANDO...


El ABORTO


“el problema de la vanidad del hombre está, en querer dominar las cosas que están fuera de si, y al temer a la inevitablemente muerte tratamos de eliminarla, mas al no lograrlo buscamos erradamente dominarla, que ridículo”.




Hoy desperté un poco inquieto, varias preguntas acechaban mi vida, pues descubrí cuan preocupante puede ser, el pensamiento, la cultura, y la frivolidad de una sociedad “moderna”, y como el Derecho, al que amo, el que busca la justicia, defiende la vida, y la armonía, en manos de los jueces, defensores del indefenso, entrañaba el dolor de una especie que antinaturalmente no busca mantenerse ni prolongar su existencia, como las demás, sino enaltecer y los verdaderos y supuestos “valores” que rigen el pensamiento de nuestro genero, la vanidad.


Esto de la vanidad lo explicare mas tarde, entre tanto entremos en materia diciendo que me sorprendió y en verdad me sorprendió, una de las tesis a favor del aborto, lo que mas me llamo la atención fue que esta idea fue madurada por una abogada, basada en que nuestra legislación civil, Si la misma hecha por napoleón hace tanto, no reconocía vida al que esta por nacer, y por tanto allí no había vida, luego no se como una persona puede pensar que la ley establezca los extremos de la vida, y todo esto por que según ella, la ley no reconocía como persona, al que esta en el vientre, cosa falsa, porque la ley protege al que esta por nacer, es decir le reconoce como sujeto de derecho, aunque no sea en ejercicio.


Igualmente y para no alargarme, el problema de la vanidad del hombre esta, en querer dominar las cosas que están fuera de si, y al temer a la inevitablemente muerte tratamos de eliminarla, mas al no lograrlo buscamos erradamente dominarla, que ridículo.


De todas maneras mi intención no es dar una opinión filosófica o existencial sobre el género humano, sino una pequeña noción jurídica, pues se reconoce científicamente el inicio de la vida antes del nacimiento, y el Derecho no debe ser una ciencia aislada de las demás, por tanto el aborto ataca la vida, y este factor es innegable, luego los que están de acuerdo a que el mundo “avance” pregunta, y ¿Dónde quedan los derechos de la madre?, y es una buena pregunta, aquí hay un derecho que proteger, pero como saber cual vale mas, es frió, pero simple, la vida es fundamental, nos solo para el ser humano como animal, sino para nuestro orden jurídico, pues la esencia de nuestro estado esta en la carta política, el contrato social, que nació efectivamente para proteger la vida y la propiedad privada en la barbarie, luego como puedo ser libre si no vivo, como puedo tener decisión si no vivo, como tengo una vida digna, si no vivo, salta a la vista que un ataque contra la vida es un ataque directo a la esencia del estado social de derecho, que tanto amamos y en el cual nos apoyamos para tanta injusticia.


Pero la problemática sigue, en dos aspectos de la ciencia jurídica es escalofriante, una Corte defensora de la Constitución que le desconoce, es en principio doloroso, cuando la vida es inviolable, y decido si comienza o no, deber después acaso de decidir cuando termina, no es acaso prevaricato ir directamente contra la ley, y el otro aspecto de delito, surge en la idea de un tipo llamado genocidio que mundialmente es tratado como el peor de los crímenes, acaso matar los pequeños de una comunidad no seria cumplir el supuesto de hecho de este tipo. No se si se alcanza a notar cuan parecido es hacerlo bajo el titulo de aborto, y el lema de donde quedan los derechos de la mujer, de una mujer, yo pregunto, ¿donde queda la especie humana?, ¿donde queda la sociedad?, ¿donde queda el Derecho?, ¿a donde vamos?



Por: JUAN ALEJANDRO DUQUE (jan_andro@hotmail.com)

Estudiante de cuarto año de derecho de la Universidad Libre seccional Pereira.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con respecto a la discución de los derechos de la madre; creo que antes de pensar en ellos tenemos que fijarnos primero en los deberes y responsabilidades como ser humano que ella tiene, puesto que es de su entero compromiso lo que haga con su cuerpo, y una acto de irresponsabilidad, no puede escudarse, para llevar a cabo un aborto, en la excusa de respetar sus derechos.