jueves, noviembre 23, 2006

FLOTANDO...

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Hoy, este minuto, este segundo fue diferente, hoy pensé diferente, hablé diferente y escribí diferente, hoy quise abrir una puerta distinta, hacer una mirada distinta, y deje flotar mi imaginación por un rumbo que hoy no conducia a criticar la realidad, sino a ver por uno, este minuto, algo distinto, una realidad distinta a l crudos momentos, a duras políticas y a la poco entendible guerra, hoy abrí la mente y el corazón a la realidad del sentimiento de no avergonzarse de la belleza que la vida nos regala en una realidad que a veces necesitamos criticar, pero a veces admirar, observar, y recrearnos de esos momentos de la vida, y quise hacerme diferente y regalarles algo que yo llamo un poema sin estructura, un relato de la vida que pasa, que no vuelve pero queda, como diría el escritor de cuando tanto anhela el hombre lo que no tiene, a eso llama felicidad, o tanta tentación trae lo no vivido aun, asi que de esa situación, del fábula de hace muchos años, imagino que de la mirada desapercibida a una desconocida nació esta canción sin ritmo, y esta lírica sin versos, ojala disfruten este pensamiento flotante que un día aterrizo a mano, lapicero, y emoción, y encontré en una servilleta:”.




“Tu mirada duro un instante, un momento, un lapso
Tu mirada duro un segundo, Duró en quietud
Duró en silencio, un silencio y medio, un silencio eterno
Un Tiempo y medio, un instante eterno, un instante que no duró
Duró en tu en tu lecho, en tu voz desconocida, en tu silueta
En tu sombra que no recuerdo, en tu figura que nunca mas vi.
En tu voz callada, en tu mirada perdida,
Duró un momento, Duró toda la vida”.



Por: Juan Alejandro Duque (jan_andro@hotmail.com)


RETOMANDO A LOS CLÁSICOS


OBSTÁCULOS EN EL DESPERTAR COLOMBIANO






Mucho más que pensar en revolucionar
Rousseau quiso detener a las pequeñas
Republicas en la pendiente de su
Corrupción.

(Betrand de Jouvenel)




Un día no como cualquier otro un loco pensamiento se gesta en la cabeza de un hombre “loco” un Francés quizá no es fácil decir si fue Rousseau o si fueron las ideas de Voltaire las que han dado origen a toda esa oleada de pensamientos inspiradoras de revolución y cambio que hasta hoy día siguen siendo parte intima de lo que es el Estado, tantas cosas heredadas y cuanto falta por recorrer en la corta edad de los estados modernos.


Ahora los vehículos de esa fuerza liberadora en las Américas los conoceríamos antes que como guerreros diríamos que fueron unos seudo-intelectuales, dando a entender que solo el conocimiento posibilita la libertad, retomando a José Ignacio De Pombo cuando casi terminada la época colonial por primera vez en una junta de gobierno en el naciente Estado colombiano se hablo de la educación cuando decía “son pues de absoluta necesidad escuelas de primeras letras en todos los pueblos, sin exceptuar al mas pequeño, por que todo hombre libre necesita saber leer, escribir y contar” solo primeros pasos en la intención de lo que seria el Estado colombiano en el transcurrir de sus pesares y la cuenta de cómo desde siempre los anhelos de libertad en su mayoría a asaltado a las generaciones mas jóvenes contando con obstáculos tan grandes y arraigados como lo fueron los de 1810, empezando por las limitaciones de raza y la hegemonía de las familias aristócratas, creadoras de grandes desigualdades sociales sin importar su especializada actividad elitista, fuera de carácter clérigo, de tierras, o simplemente precursores de discriminación social, una sociedad mestizada donde los acuerdos eran casi una platónica ilusión y donde la necesidad de los acuerdos estaba palpitante a la espera de las almas que tomaran el timón de aquel barco recién nacido llamado republica de Colombia; además del abandono de aquellos inadaptables para unos “Indios”, y de el conjunto de factores de tipo cultural encargados de detener y obstaculizar la unidad Nacional.


Después de la independencia, factores como la imposición de cristianismo y su opresión en los pueblos “libertos” además de las extrañas políticas de reubicación demográfica cuando Felipe II decía en una de sus ordenanzas que evitar los climas extremos, las planicies, la cercanía a los ríos era lo conveniente para así no correr riesgos y obtener corpulentos hombres y sanos animales, sin contar la cristinificación con las lecturas inyectadas de cristianismo gratis con el aprendizaje intravenoso del evangelio; y pensar que solo el pueblo colombiano en la era republicana comenzó su descenso a las tierras fértiles para emprender la navegación por el rió Magdalena, en fin cuantos factores de retraso han sido los testigos en la formación del estado colombiano y en su constitución como unidad política sin contar las guerras entre los partidos políticos dadas mucho después de la independencia, donde nuestros abuelos quizá fueron testigos del despotismo y la lucha de desunificada de uno de los pueblos mas bellos de las Américas en el que vivimos y que se llama Colombia, una Colombia que hoy en día no es capaz de hacerse absolutamente soberana, una Colombia hermosa pero plástica maleable y dependiente, esa Colombia que muchos de los que escribimos visualizamos con un anhelo ferviente de paz, acuerdos y libertad.



Por: Marisela Kalpa Gómez (merwilb@hotmail.com)