sábado, septiembre 29, 2007

CULTURAL

EL ALMA

–“¿Qué es, caballeritos lo que os muestro?”
–“Un reloj, claro está”.
–“¿Por qué?”
–“Porque anda”

Responden unos niños al maestro que aquello les demanda, suspendiendo un reloj de doble caja: en la otra asoma el reloj, y les cambia la pregunta:
–“¿En dónde está el reloj?”
–“En la derecha”.
–“¿Y por qué?”
–“Porque aquello es lo que anda, y lo que anda es el reloj, y el resto es caja”.

Entonces les baraja las manos y las cosas, de tal modo que ni con ojos de escuelantes puedan advertir cómo repartidas quedan;
Y torna a preguntar:
–“¿Dónde lo he puesto?”
Ellos al punto acercan el oído y dicen
:
–“¡En la izquierda, por supuesto!”
–“¿Y en la izquierda por qué?”
–“Porque el sonido lo denuncia bien presto”

Por último el maestro descompuso en cuatro piezas la vetusta alhaja; máquina, muestra, caja y sobrecaja.

–“¿Dónde está?”
Les repite y la caterva con señalar la máq
uina repuso.
–“¿Cómo, dijo él; reloj este esqueleto?”
–“Si señor, pues sin él cualquiera puede observar que el puntero está quieto; luego quien lo hace andar es el sujeto”.

–“¡Bien! –Dijo el pedagogo– Este diurno señalador del tiempo no es más que una invención del alma humana, hecha a imagen del hombre, que a su turno lo es de la omnipotencia soberana.


Nuestro cuerpo es la caja, el hospedario de un reloj inmortal; y aunque el primero se hunda en la mar, o el fuego lo consuma, el alma, hoy a los ojos escondida, seguirá andando, y con andar, la vida.



JOYAS DE LA LITERATURA COLOMBIANA, Rafael Pombo

Entre risa y desdén, el alma siempre será el núcleo del ente, cualquiera que sea. En el hombre el alma son los principios morales que rigen su vida, el deber de hacer el bien y la necesidad de encontrar la paz interior, el alma no es más que la sensibilidad propia del interior; aquella que no se advierte aunque se llore en silencio. Es cuestión de credibilidad y de convicción, el alma no es una sustancia invisible que surca el aire cuando este o aquel perece, el alma es la esencia de la cosa, la utilidad o el instinto primario de necesariedad, en el alma se escribe el valor, el objetivo y la finalidad; es materia inteligible, es metempsicosis, es hacer, omitir o permitir, es la verdad radicada apenas frente a nuestros ojos, una verdad acorde entre el corazón propio de la cosa y el núcleo único del universo. Por ello se ama, se ríe y se grita, pues bien se agita en ella una sopa de pequeñeces que en suma producen un caos, una religión, un partido político, una nación o quizás otra alma, para el complemento de esta gran alma que es la existencia. Mira que de gota en gota se hace un aguacero.

Elbert ACE.
Coes.2@hotmail.com
FOTOGRAFÍA PROPIA