viernes, abril 20, 2007

DIGNIDAD EN COLOMBIA

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“El hombre es un fin en sí mismo”, al menos eso expresó Kant, y ese es el significado que perfectamente se le puede dar a la dignidad humana, pues el ser humano es digno en la medida en que se pueda autodeterminar, en la medida en que es un fin para su propia existencia, pero también en la medida en que prescinda de tratar a los demás como un medio.

Por lo tanto, la dignidad se convierte en una forma de trato que es reciproco entre las personas, pues posee un elemento activo (tratar a los demás dignamente) y un elemento pasivo (esperar ser tratado dignamente), y con esto se deduce que la dignidad humana es algo propio de la vida en sociedad (pues sólo en la sociedad se puede dar tal reciprocidad), por esto, uno puede citar a Ortega y Gasset "soy yo y mis circunstancias”, quien en esta frase ubicó al hombre en dos dimensiones, una interna y una externa, el yo y las circunstancias respectivamente, de lo cual se concluye que no sólo se trata de querer ser digno (deliberación propia de la voluntad), sino que también se trata de la posibilidad de serlo inmerso en un contexto social. Por ende, el respeto por la dignidad humana se convierte en una obligación que la sociedad debe cumplir, que el estado (expresión de la sociedad organizada) debe cumplir.

Pero de todo esto emerge una pregunta, ¿Dónde se refleja el respeto por la dignidad humana consagrada en nuestra constitución política como fundamento del estado y como una obligación para nuestros gobernantes?, creo que la respuesta no está por los lados del pacifico (Chocó), ni en Bogotá con el congreso de la República, dudo también que esté por los lados del DAS.

Quizás sea la búsqueda que todos debemos emprender, la búsqueda por nuestra dignidad (pues uno busca lo que es de uno pero que ha perdido).

Por: Manuel Jaramillo

HACIA UNA CONCIENCIA DE RESPETO Y SOLIDARIDAD CON LOS ANIMALES

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"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales"
MAHATMA GANDHI



Me preocupa y sufro profundamente cada vez que veo aquellos seres abandonados e indefensos en las calles, que caminan hambrientos, sedientos, buscando la mano del que se dice es su mejor amigo, cada vez que veo a aquellos seres víctimas de la indolencia, insensibilidad y del maltrato que sólo el “animal superior” llamado hombre es capaz de realizar, me pregunto, ¿Cuándo comprenderemos que los animales no son objetos sino que son, antes que toda consideración, seres vivos y como tal titulares de todo respeto y derechos?, ¿Cuándo vamos a entender que la integridad no es sólo del ser humano sino de todos los seres vivientes?, ¿Qué pasa? ¿Acaso somos tan egoístas como para seguir pensando que lo único que importa es el hombre? o ¿Seguimos creyendo que es la única criatura que tiene derechos y que merece nuestra atención, ayuda y respeto?

Si bien es cierto que el ser humano necesita la ayuda y protección de sus semejantes y que aún existen muchos problemas por resolver ya que muchos viven en condiciones miserables, no es menos cierto que existen seres indefensos que merecen toda nuestra atención y a quienes no podemos seguir olvidando, so pretexto de que existen muchos problemas del ser humano aún no resueltos, pues si nuestra ayuda a estos seres va a seguir condicionada a cuando se hayan solucionado los problemas sociales, ésta seguramente jamás va a llegar, porque los problemas sociales son tan complejos que quién sabe si algún día se solucionen y mientras sigamos esperando, el problema se encrudecerá más y quizá cuando se tome una conciencia sobre este problema ya sea demasiado tarde.
Cuándo vamos a dejar de ser tan egoístas y vamos a entender que así como hemos avanzado en algunos aspectos, superando mitos, ya es hora de que entendamos que no somos los únicos seres en la naturaleza importantes y valiosos, y que la SOLIDARIDAD debe trascender su campo de acción y ser universal, en el sentido que la ayuda no sea ya tan reducida como se ha venido entendiendo sino que sea entre todos los seres vivientes.

El amor, el respeto, la solidaridad y los derechos no es asunto exclusivo del hombre, sino de todos los seres vivientes, lo cual ya ha venido siendo entendido por algunas personas en el mundo, como el gran activista Gary Francione, (especialista en derechos de los animales, profesor de Derecho en la Universidad Rutgers de New Jersey, Estados Unidos, fundador y director del Rutgers Animal Rights Law Centre), por movimientos proteccionistas y defensores de los derechos de los animales, pero que a pesar de su esfuerzo aún hace falta apoyo para el éxito de la causa, como ya lo han comenzado a entender la Liga Internacional de los Derechos del Animal, la Organización de Naciones Unidas (ONU) la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) quienes aprobaron la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES en Londres en 1977.

Si bien lo anterior constituye un gran paso, no es suficiente y lo que se necesita es que comencemos a actuar ya, luchar por una conciencia de respeto, amor y solidaridad universal que trascienda los límites de lo humano y vaya más allá, hasta todos los seres vivientes, luchar para que las instituciones de protección a los animales se fortalezcan y cumplan verdaderamente sus objetivos y para que se creen muchas más, que dentro de las políticas públicas estos seres también sean incluidos pero no simplemente para buscar culpables y establecer sanciones para cuando éstos cometen algún daño ( infortunadamente es para lo único que hasta ahora se les ha tenido en cuenta) sino también para proteger sus derechos y castigar a quiénes atenten contra ellos, tomar medidas para que las cifras de animales callejeros no sigan aumentando y evitar el dolor y el sufrimiento de ellos así como de las personas que nos sentimos impotentes ante tanto maltrato y desprotección para estos seres, propugnar por la regulación y el control de la cría y venta de animales.

Contribuyamos con nuestras acciones diarias a aminorar este sufrimiento y solucionar el problema, adoptando un animal callejero, apadrinando a uno, brindándoles agua, alimento, respetándolos y difundiendo el respeto y ayuda para ellos, en fin es mucho lo que podemos ir haciendo y mucho lo que falta por hacer, pero con la ayuda de todos seguramente se llegue el día en que los seres humanos nos sensibilicemos y el respeto hacia los derechos de los animales no humanos, se convierta en una realidad, y así con una conciencia integral (social, política, ambiental) podamos ir construyendo un mundo mejor y pacífico, ya que, no creo que podamos tener un mundo justo y una convivencia pacífica mientras el maltrato y la insensibilidad frente a estas hermosas criaturas de la naturaleza persista y no va a ser posible, porque significa que el germen de la maldad aún está entre nosotros, pues como con gran acierto lo dijo el premio Nobel de la Paz de 1952 Albert Schweitzer.

”Mientras el círculo de su compasión no abarque a todos los seres vivos, el hombre no hallará la paz por sí mismo”.

Por: Diana Londoño Grisales
Imágenes: (1)
Tomado de asociacion@apacavellaneda.com
(2) Tomado de animalistas.com